¿Acaso ustedes, gobernantes, actúan con justicia,
y juzgan con rectitud a los seres humanos?
Salmo 58:1
No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.
Salmo 40:10
Justicia.
Una palabra que nos lleva a litigar y a discutir.
¿Qué es la justicia, para quienes y quién decide lo que es justo y lo que no lo es?.
Nuestro mundo ha optado por justificar las actitudes o acciones erradas y llamar "libertad de elección" a la destrucción sistematizada de personas indefensas.
Hemos elegido, como personas, eliminar los efectos de nuestras acciones, aunque éstos sean hijos de nuestra sangre, portadores de nuestro ADN y vida.
Nos deshumanizamos para hacernos libres, ¡vaya precio!.
Hoy estaba hablando con una persona que, en realidad, no conozco demasiado, pero escuché de él una frase que me impactó bastante: "acá abortar es como ir a la peluquería". Que tristeza.
No obstante, hay una raza de gente que se para con firmeza y dice las cosas como son: matar es matar, y matar en este caso, es morir también. Porque si existe una garantía que el aborto va a cumplir a rajatabla es que va a dejar su marca en un alma.
Aunque para las cortes un embrión sea un conglomerado de células, yo digo que Dios:
"Te llamó antes de que tu nacieras,
en el vientre de tu madre pronunció tu nombre"
(Isaias 49:1).
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